Lo que tu piel dice sobre tu salud mental
- INA

- hace 3 días
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A veces, la piel dice lo que la mente calla. Un nuevo estudio europeo ha encontrado que las afecciones cutáneas, como erupciones, picazón o sensibilidad al sol, podrían estar relacionadas con un mayor riesgo de depresión y pensamientos suicidas en personas que atraviesan su primer episodio psicótico.
Más allá de una simple coincidencia, la investigación sugiere que los problemas de la piel podrían ser una señal temprana de vulnerabilidad emocional y de alteraciones en la salud mental.
El estudio, realizado con 481 pacientes por el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón y presentado en el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP), reveló un dato impactante: quienes tenían síntomas dermatológicos presentaban más del triple de probabilidades de experimentar pensamientos suicidas.
Mientras solo el 7 % de los pacientes sin alteraciones en la piel reportó ideas suicidas, entre quienes sí las tenían la cifra aumentó al 25 %.
El investigador principal, Dr. Joaquín Galvañ, explica que la piel y el cerebro comparten un mismo origen embrionario, conocido como ectodermo. Esto significa que ambos órganos están interconectados desde el desarrollo temprano y pueden compartir mecanismos inflamatorios y de respuesta al estrés.
Esta relación entre piel y mente no es nueva. Se sabe que entre el 30 % y el 60 % de las personas con enfermedades cutáneas presentan síntomas psicológicos como ansiedad, depresión o aislamiento social. Lo novedoso del estudio de Galvañ es que observa el fenómeno en sentido inverso: personas con trastornos mentales que desarrollan síntomas dermatológicos, y cómo estos podrían anticipar un peor pronóstico clínico.
El hallazgo abre la puerta a una interpretación importante: la piel podría actuar como un marcador biológico temprano de alteraciones psiquiátricas, del mismo modo en que un análisis de sangre puede advertir sobre otras enfermedades físicas.
Si esta relación se confirma en futuros estudios, podría transformar la manera en que se evalúa a los pacientes con psicosis, depresión o ansiedad. Reconocer signos dermatológicos podría ayudar a detectar a tiempo a quienes corren mayor riesgo, permitiendo intervenciones más tempranas y personalizadas.
El profesor Eric Ruhe, especialista en depresión resistente en la Universidad de Radboud (Países Bajos), destaca que esta conexión entre piel y cerebro podría abrir nuevas rutas de diagnóstico e incluso de tratamiento. Cultivar células cutáneas para estudiar su respuesta a fármacos, por ejemplo, podría ofrecer una vía más precisa y menos invasiva para personalizar terapias psiquiátricas.
Este estudio recuerda algo esencial: la mente y el cuerpo no son entidades separadas. La piel, que nos protege del mundo exterior, también revela lo que ocurre en nuestro interior. Estrés, tristeza o desequilibrio emocional pueden manifestarse a través de ella.
Por eso, cuando aparecen cambios persistentes en la piel junto con alteraciones en el ánimo, es importante buscar acompañamiento profesional. Detectar las señales a tiempo puede marcar la diferencia entre el malestar y la recuperación.
Fuente:
Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (2025). Los problemas de la piel indican depresión y riesgo de suicidio en pacientes con psicosis temprana. Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Madrid.









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