La pregunta sobre si los videojuegos llenos de acción y violencia pueden afectar nuestra capacidad para conectar y sentir empatía hacia los demás en el mundo real ha sido objeto de debate durante años.
Aunque algunos estudios sugieren que la exposición a la violencia en los videojuegos puede desensibilizarnos y reducir nuestra empatía hacia los demás, la verdad es que la relación entre los videojuegos y la empatía es mucho más compleja de lo que parece.
Un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Viena y el Instituto Karolinska en Estocolmo se propuso desentrañar esta incógnita. Investigaron si jugar videojuegos violentos durante varias semanas tenía algún impacto en la empatía humana, específicamente, en adultos. El estudio involucró a 89 personas, que tenían poco o ningún contacto previo con videojuegos agresivos, en un juego altamente violento durante siete sesiones. Sorprendentemente, los resultados mostraron que dicha violencia no afectó significativamente su empatía ni la actividad cerebral relacionada.
Estos hallazgos sugieren que, en términos simples, unas pocas horas de videojuegos violentos parecen no influir significativamente en la empatía de los adultos mentalmente sanos. Sin embargo, la interpretación debe ser cautelosa, ya que la investigación en este campo aún continúa y es importante mantenernos informados sobre cómo las interacciones con los videojuegos podrían afectar nuestra salud mental.
Además, desde una perspectiva neurocientífica, se sabe que el cerebro es un órgano altamente adaptable. Las experiencias repetidas pueden llevar a cambios en la estructura y función cerebral, lo que significa que el tipo de videojuegos que jugamos y la cantidad de tiempo que pasamos frente a la pantalla podrían tener un impacto en nuestra cognición y comportamiento.
Por eso, recordemos que el equilibrio y la moderación son la clave de todo. No se trata solo de cuánto tiempo pasamos jugando videojuegos, sino también del tipo de juegos que elegimos y cómo nos afectan emocionalmente. Al ser conscientes de nuestros hábitos de juego y tomar decisiones informadas, podemos disfrutar de los videojuegos de manera saludable y cultivar una empatía sólida hacia los demás en el mundo real.
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