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Hacer ejercicio es bueno para la salud mental… ¿o no siempre?

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    INA
  • hace 4 horas
  • 2 Min. de lectura
Hacer ejercicio es bueno para la salud mental… ¿o no siempre?

Hacer ejercicio es bueno para la salud mental… ¿o no siempre? Un nuevo estudio de la Universidad de Georgia sugiere que no basta con moverse, sino que el cómo, el dónde y el por qué lo haces marcan la diferencia.

Durante años, la ciencia ha repetido que la actividad física reduce la ansiedad, mejora el ánimo y protege contra la depresión. Pero esta investigación nos invita a mirar más allá del conteo de pasos o calorías.

El hallazgo clave: el contexto lo cambia todo.

Mismo ejercicio, distinta emoción

Pensemos en un ejemplo simple. Dos personas corren. Una lo hace en un parque con música, disfrutando el aire libre. La otra, bajo el sol abrasador, apurada porque llega tarde al trabajo. ¿Mismo movimiento? Sí. ¿Mismo impacto emocional? No.

El estudio muestra que las actividades físicas elegidas libremente, como jugar fútbol, bailar o hacer yoga, tienen más beneficios para la salud mental que tareas físicas obligadas como limpiar la casa o caminar al trabajo.

Incluso dentro de las rutinas voluntarias, el entorno social, la relación con el instructor y el ambiente general juegan un rol enorme. Sentirse acompañado, disfrutar la música, conectarse con el grupo… todo eso cuenta.

¿Y si no me gusta el gimnasio?

Aquí está la clave: la efectividad del ejercicio para tu salud mental depende de que lo disfrutes. Si te estresa, te aburre o te hace sentir incómodo, difícilmente generará un cambio positivo.

El investigador Patrick O’Connor lo resume así: “No solo debemos pensar en cuánto ejercicio hacemos, sino en el contexto que lo rodea: ¿con quién, dónde, cómo te sentiste?”. Ese "dónde y cómo" puede ser tan importante como la duración del ejercicio.

¿Qué significa esto en la vida real?

  • Si caminar solo te frustra, prueba hacerlo con alguien.

  • Si correr te genera ansiedad, intenta clases de baile o natación.

  • Si lo tuyo no es el ejercicio estructurado, elige movimiento con disfrute, no con culpa.

El cuerpo necesita moverse, sí. Pero la mente necesita que ese movimiento tenga sentido, conexión y bienestar.

Y si estás pasando por un momento difícil, recuerda: el ejercicio puede ser una herramienta más, no la única. Buscar ayuda profesional también forma parte del cuidado integral de la salud mental.


Fuente científica: O’Connor, P. et al. (2025). University of Georgia – Medicine & Science in Sports & Exercise. Título del estudio: Up for Debate: Does Regular Physical Activity Really Improve Mental Health?


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