Las conductas de los niños suelen ser difíciles de entender, pero si como padres dedicamos tiempo a analizar la situación, podemos tomar conciencia de que detrás de ciertas conductas y conflictos, lo único que hay es un niño que necesita el cariño, tiempo y comprensión de sus padres.
¿Cómo podemos entender lo que hay detrás de una conducta inapropiada de nuestros hijos?
Cuando a nuestros hijos les cuesta comportarse bien, estas son algunas de las causas detrás de ello:
No se les presta atención, sintiéndose menospreciados o con falta de interés.
Tienen deseos que no se han cumplido.
Las cosas están fuera de su control.
No les ayudamos a expresar como se sienten.
Sienten que se espera algo de ellos que no pueden dar.
Están cansados.
Y como consecuencia de algunas de estas situaciones o de todas en su conjunto es que comienzan a gritar, llorar, reniegan y molestan. ¿Y qué otros factores son los que desencadenan su malestar y frustración? ¿Cuáles son sus mayores dificultades en esos momentos? ¿Sus emociones tienen algo que ver?
Probablemente si les preguntas porque han reaccionado de forma inadecuada, ni sepan contestar. Cuando los hijos están enfadados, el sentimiento es tan fuerte que les resulta muy difícil expresarlo, por lo que debemos aprender a interpretar sus emociones para así poder ayudarlos a comunicar debidamente sus sentimientos y malestares.
Ser padre es una labor que requiere tiempo y si vamos demasiado rápido para el ritmo de nuestros hijos, si no les ayudamos a verbalizar sus sentimientos, si no les avisamos de nuestros planes, si no los incluimos en nuestras tareas, luego tendremos que invertir tiempo en comprender porque su conducta no ha sido adaptativa o apropiada.
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