En el Perú 31 millones 875 mil 784 personas celebran la Navidad. Es por ello que desde inicios de noviembre se empieza a sentir el espíritu navideño por donde quiera que se vaya. Anuncios, centros comerciales y las casas empiezan a adquirir una ambientación nostálgica. En este contexto las personas tienden a reaccionar de diversas formas. A muchas las devuelven a esas fechas en las que abrieron su primer regalo o compartieron por primera vez con toda la familia una cena alrededor de la mesa, mientras que a otras les saturan los sentidos y terminan agobiadas a lo largo de toda la temporada de fiestas. Es entonces que surge la duda ¿Qué ocasiona estas reacciones? o, en otras palabras, ¿Cómo afecta la navidad tu percepción del mundo?
Como bien es sabido, existen dos bandos. Los amantes de la navidad y los que la odian, también conocidos como los grinch de la familia o el círculo de amigos. Sin embargo, para develar el misterio que genera estos sentimientos, un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague realizó un estudio en donde lograron localizar el espíritu navideño en el cerebro humano utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) y develó el misterio.
En dicho estudio compararon el cerebro de dos grupos de personas: Aquellas que habían celebrado la navidad desde su infancia y aquellas que no. Y los resultados fueron impresionantes. En el caso de las personas que habían tenido tradiciones navideñas en sus hogares se detectó que el cerebro reaccionaba hacia todas los elementos vinculados a esta celebración de manera positiva. Activando áreas como la corteza motora sensorial, la corteza motora primaria y premotora, y el lóbulo parietal. Pero ¿Qué significa esto?
Pues la corteza motora permite que se active el movimiento de diversos músculos del cuerpo de manera voluntaria, mientras que el lóbulo parietal está implicado en el procesamiento de la información sensorial, la producción del lenguaje verbal, el desarrollo de la memoria y el razonamiento matemático. En este sentido, el lóbulo parietal permite integrar la información sensorial relacionada a la festividad navideña y asociarla a un aspecto concreto de nuestra memoria, que puede ser feliz o inexistente. En este sentido, la corteza motora reacciona mediante movimientos musculares que responden al desencadenamiento de estas asociaciones.
En el caso de las personas que nunca habían tenido tradiciones navideñas, la reacción a estos elementos era como la que podrían tener ante cualquier otro elemento de la vida cotidiana. Por lo que la reacción indiferente y hasta hostil que pueden tener ante diversos elementos de esa índole durante las festividades se puede asociar a la saturación mediática que estos poseen durante la temporada de fiestas y al hecho de que, para ellos, carece de un vínculo emocional especial que les permita tolerarlos. Y tú ¿A cuál grupo perteneces?
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