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La delgada linea entre la timidez y a fobia social

¿Te consideras una persona tímida? Quizá la respuesta sea que sí y luego de leer el título de esta nota te hayas quedado preocupado. La fobia social es un tipo de timidez extrema. En teoría los síntomas son los mismos, pero la intensidad con la que se presentan es mucho más preocupante. Por ponerte un ejemplo, que posiblemente le haya pasado a todo el mundo. Estas con tu familia y te piden que llames para pedir la pizza. Entonces te pones nervioso y le empiezas a dar vueltas a las palabras que tienes que decir, planificas tus acciones y oraciones y cuando porfin te contestan, tus palabras se enredan y se genera un silencio incomodo que da paso a una conversación, un poco más normal. Todo un desafío, por el que muchos hemos pasado. En especial cuando éramos pequeños y recién aprendíamos a enfrentarnos a personas fuera de nuestro entorno. Es normal, como persona que fue muy tímida la mayor parte de su infancia te lo puedo garantizar. Sin embargo, ¿te imaginas sentir esa ansiedad la mayor parte del tiempo de tu vida?


"La delgada línea entre la timidez y la fobia social" Es una forma poética de denominar esa zanja caracterizada por un contexto desfavorable para el desarrollo de la persona. La timidez es una característica de la personalidad que muchos poseemos y que se puede adecuar a los contextos en los que estamos, es normal sentirse más tímido en algunas circunstancias que otras, y hasta podría decirse que es sano y positivo. Sin embargo, cuando esta timidez se exacerba en todas las circunstancias que implican una interacción social, es cuando comienzan los problemas y deberíamos empezar a considerar hablar con un psiquiatra.


El miedo a interactuar con el señor que vende dulces en la bodega de la esquina, interactuar con los compañeros de trabajo, hablar con nuestro jefe, hacer amigos e incluso, salir a la calle, son características propias de lo que se conoce como "trastorno de ansiedad generalizada" o "fobia social". En Japón, las personas que sufren esta patología reciben el nombre de "hikikomori" que literalmente se puede traducir como “apartarse, estar recluido”. Estas personas se aíslan voluntariamente de la sociedad y se confinan en sus casas para no tener que enfrentar la realidad. El problema de todo esto, es que la persona se vuelve incapaz de desarrollarse como tal y por ende, no puede ser independiente.


Pero no todo es negativo, la fobia social tiene solución y más si se detecta a temprana edad, por ello es importante reconocer los síntomas que la caracterizan para así hacer un diagnóstico eficaz. Si tu hijo o hija tiene Déficits en las habilidades sociales, baja autoestima, tendencia hacia la depresión, excesiva dependencia de las relaciones familiares e insomnio, quizá padezca de este trastorno. ¡No dudes en contactarnos! En INA contamos con profesionales que pueden ayudarte.


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