EVALUACIÓN
NEUROCOGNITIVA
La evaluación neurocognitiva es un proceso que permite determinar el estado cognitivo y conductual de una persona. Incluye la exploración de capacidades o funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, función ejecutiva, entre otras), del nivel de autonomía del sujeto en su vida cotidiana (actividades básicas, instrumentales y avanzadas) y, en ocasiones, permite detectar cambios afectivos, conductuales y de personalidad.
En la evaluación neuropsicológica debe existir una integración de los aspectos cuantitativos (resultados y puntuaciones en las pruebas) y los cualitativos (proceso de ejecución y conducta) para una correcta interpretación de los datos resultantes. También se deben tomar en cuenta variables demográficas (edad, años de escolarización, lengua materna, dominancia manual), el estado de salud del paciente, motivación, fatiga, tratamientos farmacológicos y, en algunos casos, posibles ganancias secundarias.
Los resultados de la evaluación neurocognitiva deben integrarse con los datos obtenidos en la historia clínica, evaluación neurológica, evaluación psiquiátrica y pruebas complementarias para llegar un diagnóstico más preciso y plantear una intervención o tratamiento posterior más adecuado.